San blas me recuerda un varazo que me dió Don Serafin porque una vez que ya estaba fuera de la
iglesia, con mi rosco me volvi a coger a mi hermana de la mano y debió pensar que le robaria algun rosco de los suyos y me arreó como si le pegara a un burro.
gracias Don Serafin por ser tan comprensivo con los niños de otro, con los tuyos serias distinto