fina dices que si me acuerdo de las tortas de la habana claro que me acuerdo
y del tio que las vendia que cantaba una copla que mañana te la diré porque ahora no me acuerdo
y del tio que las vendia que cantaba una copla que mañana te la diré porque ahora no me acuerdo
son dela bana porque meda lagana asi enpezaba
Buen recuerdo, Sensi y Josefina, el del tío de los pastelillos de la habana
Son de la Habana porque me da la gana, era el comienzo de su canción según Josefina. Luego continuaba: son de la Habana, de la Habana, de la Habana de la Habana y del Japón ¡Chimpón! Recuerdo muy bien aquel hombre con su cesta ovalada, plana, trenzada con varillas de mimbre, colgada a su brazo o sujeta por la mano, él enjuto; las obleas, redondas y grandes como una luna llena, las llevaba dispuestas una contra otra de canto. Y sí, Sensi, tomaba suelas de alpargatas de goma como moneda de cambio por el rico pastelillo de la Habana. Las metía en un saco que cargaba a su espalda al caminar. También llevaba los cuentos de Calleja, unas ediciones tamaño "pulga" de los que aún guardo algún ejemplar. ¡Tiempos aquellos!
¿Y no recordáis al "tío Pejiguera? Era otro vendedor. Su relato era: "Aquí ha venío el tío pejiguera a poner rico a cualquiera. El que no tenga dinero, tres suertes un huevo. Niños y niñas tirarse al suelo, romper los baberos y dádselos al tío trapero.
Venga, continuemos rememorando tiempos pasados.
Besos.
Pepemg
Son de la Habana porque me da la gana, era el comienzo de su canción según Josefina. Luego continuaba: son de la Habana, de la Habana, de la Habana de la Habana y del Japón ¡Chimpón! Recuerdo muy bien aquel hombre con su cesta ovalada, plana, trenzada con varillas de mimbre, colgada a su brazo o sujeta por la mano, él enjuto; las obleas, redondas y grandes como una luna llena, las llevaba dispuestas una contra otra de canto. Y sí, Sensi, tomaba suelas de alpargatas de goma como moneda de cambio por el rico pastelillo de la Habana. Las metía en un saco que cargaba a su espalda al caminar. También llevaba los cuentos de Calleja, unas ediciones tamaño "pulga" de los que aún guardo algún ejemplar. ¡Tiempos aquellos!
¿Y no recordáis al "tío Pejiguera? Era otro vendedor. Su relato era: "Aquí ha venío el tío pejiguera a poner rico a cualquiera. El que no tenga dinero, tres suertes un huevo. Niños y niñas tirarse al suelo, romper los baberos y dádselos al tío trapero.
Venga, continuemos rememorando tiempos pasados.
Besos.
Pepemg
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