las erillas, PEDRO MARTINEZ

Fe

Los campos se secaron y se achicharraron por la falta de lluvia, y las cosechas se marchitaban de sed. La gente estaba ansiosa e irritable, mientras buscaba en el cielo alguna señal de alivio. Los días se volvieron áridas semanas. La lluvia no llegaba.
Los ministros de las iglesias locales convocaron a una hora de oración en la plaza del pueblo, para el siguiente sábado inspirarse.
Este sábado al mediodía, la gente del pueblo respondió en masa, llenando la plaza con caras ansiosas y corazones...
La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla.
No progresas mejorando lo que ya esta hecho, sino esforzándote por lograr lo que aun queda por hacer.
Solo imagina lo precioso que puede ser arriesgarse y que todo salga bien.
Hasta mañana Sensi, feliz descanso, dulces sueños besillos.