Hay que juzgar los sentimientos por los actos, más que por las palabras. Como se sabe, los negocios pueden dar dinero, pero la amistad raramente lo hace. Nadie se queja de tener lo que no se merece. La falsedad es tan antigua como el árbol del Edén. Cuando sentimos la necesidad de un abrazo, debemos de correr el riesgo de pedirlo.