Un emperador chino fue avisado de que una de las provincias de su imperio estaba siendo invadida. Entonces les dijo a sus ministros: «Vamos, seguidme. Pronto destruiremos a nuestros enemigos». Cuando el mandatario y sus tropas llegaron donde estaban los invasores, se puso a dialogar con ellos y los trató con mucha delicadeza, tanta, que por gratitud, los enemigos decidieron someterse a él incondicionalmente y no continuar con aquella lucha. Todos los políticos que formaban... Todos nacemos originales y morimos copias. Cuando te levantes por la mañana, piensa en el precioso privilegio de estar vivo, respirar, pensar, disfrutar y amar. La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos. El amor es una fruta que madura en cada temporada y siempre está al alcance de cada mano.