Mirad, en la vida no hay soluciones, sino fuerzas en marcha. Es preciso crearlas, y las soluciones vienen. Hay una cosa que se desea siempre y se obtiene a veces: la ternura humana. Muchas veces intentamos encontrar la llave a nuestros problemas, aunque algunos necesitan más de una. Si hacemos el bien por interés, seremos astutos, pero nunca buenos. Llegas a una edad en la que prefieres ser la mala del cuento que la tonta de siempre.