LAS ESTRELLAS DE MAR
Un hombre disfrutaba de un relajante paseo por la playa y vio a otro hombre que, mientras caminaba por la orilla, iba recogiendo estrellas de mar y las lanzaba lejos, devolviéndolas a su hábitat. Intrigado por esta forma de actuar, se acercó a él, lo saludó y le preguntó qué estaba haciendo. «Devuelvo estas estrellas de nuevo al océano, el lugar al que pertenecen», le contestó. «Cuando baja la marea, quedan atrapadas en la arena y, si no las lanzo al mar, su muerte es más...
El fútbol es la única religión que no tiene ateos.
Hola María. buen inicio de semana, ayer por la noche nos bajaron las temperaturas y esta mañana el aire viene bien fresquito, ya mismo el brasero... besillos.
La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno.
Aunque las cosas no vayan bien, trata de ser amable con quien está cerca.
Un hombre disfrutaba de un relajante paseo por la playa y vio a otro hombre que, mientras caminaba por la orilla, iba recogiendo estrellas de mar y las lanzaba lejos, devolviéndolas a su hábitat. Intrigado por esta forma de actuar, se acercó a él, lo saludó y le preguntó qué estaba haciendo. «Devuelvo estas estrellas de nuevo al océano, el lugar al que pertenecen», le contestó. «Cuando baja la marea, quedan atrapadas en la arena y, si no las lanzo al mar, su muerte es más...
El fútbol es la única religión que no tiene ateos.
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Aunque las cosas no vayan bien, trata de ser amable con quien está cerca.