Comida de primavera de Pedro Martineros, PEDRO MARTINEZ

A veces la gente va tan a prisa, porque no sabe a donde va, el que sabe a donde va, va despacio para saborear el ir llegando..
Algunas personas son como hojas de otoño que saben cómo ser hermosas, incluso a medida que caen.
El tiempo destruye y barre como el viento. Pero él también germina semillas, y hace nacer flores.
El viejo que no sabía leer

Después de quedarse solo, animado por amigos del barrio, empezó a acudir a una sala de fiestas del centro de Madrid para bailar y conocer alguna dama de su edad, a ser posible un poco más joven, pero pronto se dio cuenta de que aquello no era lo suyo, que cada sábado por la tarde que se acercaba por el baile, alguno o alguna ya no estaba. Entonces preguntaba al camarero y este, con voz ronca y mirada ausente, siempre le contestaba lo mismo:
- ¿No se ha enterado usted?...
Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable no serlo alguna vez.