La leyenda celta de los gatos bicolor blanco y negro cuenta lo siguiente
Buigh era una gata negra de ojos grandes y amarillos, la cual tenía un dueño al que amaba y que la llevaba a todas partes junto a él, paseaban juntos. Él le compartía su
comida, dormía junto a ella y hasta hablaba con la gatita. Siempre estaban unidos y su gata lo adoraba.
Pero todo cambió cuando su dueño se hizo a la
mar. Como no quería que le pasara nada en alta mar a la gata, prefirió dejarla al cuidado de su madre. Esta
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