Compramos energía a futuro

PEDRO MARTINEZ (Granada)

Primavera en mi jardín
Foto enviada por sensi

Era una tarde cualquiera hasta que un chico, de no más de 17 años, llegó al mostrador del Oxxo con una sola rosa en la mano. Al parecer, le faltaban unas monedas para pagarla.
El cajero, con tono burlón, soltó una frase que rompió el momento:
—Si ni para una flor tienes, mejor no le regales nada. Nomás le vas a dar lástima a la muchacha.
El joven bajó la mirada y, sin decir palabra, estuvo a punto de dejar la flor sobre el mostrador. Fue entonces cuando un cliente que estaba detrás decidió intervenir. ... (ver texto completo)
UNA LIMPIADORA EN LA SALA DE REUNIONES

Nadie se percató de ella cuando entró. Vestía el uniforme gris del personal de limpieza y llevaba un cubo y una escoba. En la sala de reuniones, cinco ejecutivos discutían acaloradamente cómo reducir costes para aumentar los beneficios del trimestre.
—Hay que despedir al 20% del personal de base —decía uno de ellos, sin levantar la mirada del portátil.
—Podemos automatizar la recepción —añadió otro—. Y reducir las horas del equipo de mantenimiento y limpieza. ... (ver texto completo)
En un pequeño pueblo costero de Japón, en la época en que los barcos aún eran de madera y el mar dictaba el destino de todos, vivía Haru Tanaka, un pescador que había heredado de su padre y su abuelo no solo la barca familiar, sino también una lección que repetía como un rezo: “Cuando el mar no te deja salir, trabaja en lo que puedas controlar.”
Era pleno invierno y una tormenta rugía desde hacía días. Las olas golpeaban el malecón con tal fuerza que ni los más valientes osaban acercarse al puerto. ... (ver texto completo)
Para ser viejo y sabio, primero hay que ser joven y estúpido.
Durante años, una dulce ancianita francesa atendía su pequeña tienda en un tranquilo pueblo. Todo transcurría en calma… hasta que un enorme supermercado abrió justo enfrente.
Sin perder tiempo, el supermercado colocó un gran cartel:
Mantequilla – 10 euros.
La señora, nada intimidada, respondió colocando su propio cartel:
Mantequilla – 9 euros.
Al día siguiente, el supermercado contraatacó:
Mantequilla – 8 euros.
La anciana volvió a ajustar su precio:
Mantequilla – 7 euros.
Y así siguió la ... (ver texto completo)
El pajarito Azul
Erase una vez un pajarito azul, alegre, vivaz, creador, con un canto de miles de ruiseñor que se desplazaba de un lado a otro …. Sus alas se desplegaban para sentir el aire y dejarse llevar por el basto cielo. Un día conoció una linda pajarita azul fue amor a primera vista ya no estaba solo compartía el cielo con alguien mas que era su complemento muy especial.
Al poco tiempo llego la cigüeña, ambos se turnaban para cuidar de sus pequeñuelos pajaritos azules, un día el pajarito ... (ver texto completo)
El saber y la razón hablan; la ignorancia y el error gritan.
Buenas noches Antonia que tengas un buen descanso.. besillos.
Hasta mañana Sensi, que descanses, un abrazo.
Buenas noches Antonia que tengas un buen descanso.. besillos.
Buenos días foreros-as... ¡Feliz Sábado! ayer sin internet
Antonia buenas noches, que tengas buen descanso.. besillos.
No hablar de aquello que es origen de nuestros problemas es no querer afrontarlos.
Una cosa es haber andado más camino y otra, haber caminado más despacio.
“Fui el portero de un colegio donde nunca me dejaron entrar a estudiar… hoy tengo mi propia escuela para adultos que fueron rechazados.”
Pasaba los días abriendo la puerta de un colegio privado. Uniformes limpios, mochilas caras, autos de lujo. Yo saludaba con respeto. Nadie me devolvía el saludo. Una vez un niño me dijo: “ ¿Tú eres bruto por eso no estudias, cierto?” Lo miré y sonreí, pero por dentro me tragué una rabia que venía desde la infancia. Nunca pude estudiar. Me sacaron en tercero porque ... (ver texto completo)
¿Darías tus piernas… a cambio de todo lo que deseas?
El niño lo miraba como si fuera de otro planeta.
Ropa impecable. Reloj de lujo. Un auto que parecía sacado de una película.
— ¿Te gusta el coche? —le preguntó el joven elegante, con una sonrisa amable.
El niño, con la ropa rota y los zapatos desgastados, solo asintió con los ojos bien abiertos.
—Debe ser increíble tener una vida como la tuya —susurró.
Entonces el joven se acercó. Se agachó hasta quedar a su altura. Lo miró fijo… y dijo algo ... (ver texto completo)