Nadie sabía cómo se llamaba. En el barrio lo conocían como “El Loco del Perfume”.
Vivía entre cartones y bolsas, cerca de un contenedor de basura en una esquina de Los Ángeles. Era latino, pero nadie sabía de qué país. Algunos decían que era cubano, otros que mexicano. Hablaba poco, reía solo, y todos los días hacía lo mismo: rebuscaba entre la basura… y se rociaba con perfume.
Tenía una pequeña colección de frascos vacíos o medio llenos que encontraba entre los desperdicios. Chanel, Carolina Herrera, ... (ver texto completo)
Vivía entre cartones y bolsas, cerca de un contenedor de basura en una esquina de Los Ángeles. Era latino, pero nadie sabía de qué país. Algunos decían que era cubano, otros que mexicano. Hablaba poco, reía solo, y todos los días hacía lo mismo: rebuscaba entre la basura… y se rociaba con perfume.
Tenía una pequeña colección de frascos vacíos o medio llenos que encontraba entre los desperdicios. Chanel, Carolina Herrera, ... (ver texto completo)
