En una
noche fría, un multimillonario se encontró afuera con un anciano pobre.
Él le preguntó: " ¿No sientes frío afuera y ni siquiera llevas un abrigo?".
El anciano respondió: "No tengo abrigo, pero estoy acostumbrado".
El multimillonario respondió: "Espérame". Me iré a
casa y te compraré un abrigo".
El pobre estaba tan
feliz y dijo que lo esperará.
El multimillonario llegó a su casa y allí se ocupó y se olvidó del pobre.
A la mañana siguiente se acordó del pobre anciano y salió a buscarlo
... (ver texto completo)