En la rivera del Oka
"En la ribera del Oka vivían
felices numerosos campesinos; la tierra no era fértil pero, labrada con constancia, producía lo necesario para vivir con holgura y aún daba para guardar algo de reserva.
Iván, uno de los labradores, estuvo una vez en la
feria de Tula y compró una hermosísima pareja de perros sabuesos para que cuidaran su
casa. Los animalitos al poco tiempo se hicieron conocidos por todos los
campos de la vega del Oka por sus continuas correrías, en las que ocasionaban
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