Compramos energía a futuro

PEDRO MARTINEZ (Granada)

Asoma la Luna
Foto enviada por sensi

LA MUJER QUE CALCULÓ EL UNIVERSO

Virginia, 1962.

En una oficina del Centro de Investigación Langley de la NASA, una mujer afroamericana resolvía a mano ecuaciones tan complejas que pocos podían seguirle el ritmo. No tenía computadora. No tenía reconocimiento. Pero tenía una mente tan precisa como un satélite.
Su nombre era Katherine Johnson.
Desde pequeña, Katherine amaba los números. A los 10 años ya estaba en secundaria. A los 18, se graduó con honores en matemáticas. Pero en un país segregado por el racismo y el machismo, sus oportunidades eran mínimas.
En los años 50, consiguió trabajo como “computadora humana” en la NASA (entonces NACA). Era parte de un equipo de mujeres negras relegadas a una oficina aparte, sin derecho a usar los mismos baños ni comedores que sus colegas blancos.
Pero Katherine no quería solo estar. Quería hacer historia.
Cuando Estados Unidos comenzó la carrera espacial, necesitaban calcular trayectorias orbitales con una precisión milimétrica. ¿La misión? Llevar al astronauta John Glenn al espacio… y traerlo de vuelta vivo.
Las máquinas IBM recién instaladas generaban desconfianza. Y Glenn dijo una frase que pasaría a la historia:
“Díganle a la chica que verifique los números.”
La chica… era Katherine.
Durante horas revisó todos los cálculos a mano. Su mente trazó la ruta que llevaría al primer estadounidense a orbitar la Tierra. Y lo logró.
Gracias a ella, John Glenn fue y volvió.
Gracias a ella, más tarde el Apolo 11 llegó a la Luna.
Durante décadas, su nombre fue ignorado. Pero nunca se quejó.
—Yo solo hacía mi trabajo —decía—. El espacio necesitaba matemáticas… y yo sabía contar.
En 2015, a los 97 años, fue condecorada con la Medalla Presidencial de la Libertad por Barack Obama. En 2016, su historia fue contada al mundo en la película Hidden Figures.
Murió en 2020, a los 101 años. Pero dejó algo más que números.
Dejó la prueba de que, incluso en la sombra, hay quienes sostienen el universo entero.
Frase final:
Mientras todos miraban a las estrellas… ella calculaba el camino desde el silenci ... (ver texto completo)
Al final, no os preguntarán qué habéis sabido, sino qué habéis hecho.
Las personas que aman la lectura empiezan leyendo libros y acaban sabiendo leer personas.
Buenas noches Antonia.. feliz descanso... un abrazo.
buenas noches sensi, igualmente para ti amiga un abrazo.
Buenas noches Antonia.. feliz descanso... un abrazo.
Creer que sabemos más que la naturaleza es una locura, nosotros somos parte de esa naturaleza.
No importa lo fuertes que seamos, todos en algún momento de nuestras vidas necesitamos un abrazo.
Si se educa gritando se obtendrá un abusador, si se educa con cariño, se obtendrá un joven que sabrá elegir su camino..
Somos como libros, la mayoría de la gente sólo ve nuestra portada.
Nadie debe avergonzarse por reconocer que se equivocó, que es tanto como decir que hoy es más sabio de lo que fue ayer.
El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento.
Si los hombres, una vez que han hallado la verdad, no volviesen a retorcerla, me daría por satisfecho.
Nadie en el mundo, ni siquiera el más rico, puede comprar el tiempo perdido. Así que toma cada pequeño momento de tu vida como si fuera único y hazlo especial.
Mi Abuelita siempre cocinaba muy rico.
Pero un día, puso un pastel quemado delante de mi Abuelito. No un poquito quemado, sino negro como carbón.
Esperé a ver qué iba a decir mi abuelito. Pero, él sólo comió el pastel y me preguntó cómo había sido mi día.
Luego, oí a mi abuelita que le ofrecía disculpas por su cena. Nunca olvidaré la respuesta de él: "Querida, me gusta tu pastel", luego le besó en la frente y ella le sonrió tranquila.
Más tarde, le pregunté si él le había dicho la verdad.
Él ... (ver texto completo)
Nos pasamos echándole la culpa a la piedra, cuando somos nosotros quienes vamos siempre por el mismo camino..