EL ZAPATERO QUE ESCUCHABA LOS PASOS
En un
barrio antiguo de Valparaíso, donde las
calles suben y bajan como si respiraran, existía un local diminuto, escondido entre una lavandería y una
tienda de empanadas. El
cartel, oxidado y torcido, decía: “Don Silvio — Reparación de Calzado”. Pero en el barrio todos lo conocían como “el zapatero que escuchaba”.
Don Silvio tenía 71 años, una barba blanca como espuma de
mar y una manera de mirar que parecía atravesar el cuero de los zapatos hasta llegar a
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