Un
joven de 24 años viendo a través de la
ventana del autobús, gritó: “ ¡Papá, mira los
árboles como van corriendo detrás!” el Papá sonrió y su rostro era de mucha
felicidad.
Una pareja de jóvenes sentados cerca, miro al joven y no ocultando su sorpresa, comentaron entre ellos la conducta infantil, murmurando que ya estaba viejo como para andar diciendo eso.
De pronto, otra vez exclamó: ¡Papá, mira las nubes están corriendo con nosotros!
La pareja no pudo resistirse y le dijo al anciano: ¿Por
... (ver texto completo)