Estas fechas nos dan un tiempo de reflexión y de memoria, no para añorar un pasado que ya no existe o para agitarnos por un futuro que es incierto, sino para detenernos en el presente y pensar cómo podemos ser mejores padres, hijos, esposos,
amigos, vecinos, ciudadanos de este país y de este mundo... En definitiva, cómo podemos ser mejores seres humanos.