Cuenta la leyenda que en una una aldea de la ciudad alemana de Nüremberg, vivía una
familia de 18 niños. El padre para sostener la
casa, trabajaba 16 horas por día en las
minas de oro y también en artesanías.
Dos de sus hijos tenían un gran sueño: Estudiar en un gran centro académico para desarrollar el talento para el
arte. Pero sería imposible que la familia solventara los estudios de los dos muchachos.
Entonces, después de muchas conversaciones entre los dos, finalmente llegan a un acuerdo:
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