EL MÉDICO Y EL ANCIANO
Cierto día, un anciano aquejado de varios dolores acudió a la consulta del médico. Nada más entrar, el doctor le preguntó cuál era su dolencia:
–Siento dolores muy fuertes en la espalda. Quiero moverme como hacía antes, pero no puedo –dijo.
–Eso que me cuenta es por su avanzada edad –le explicó.
–Eso no es todo –prosiguió el anciano–. También me doy cuenta de que estoy perdiendo la memoria.
–Sí sí. Eso es porque es viejo –declaró el médico.
–También estoy perdiendo ... (ver texto completo)
Cierto día, un anciano aquejado de varios dolores acudió a la consulta del médico. Nada más entrar, el doctor le preguntó cuál era su dolencia:
–Siento dolores muy fuertes en la espalda. Quiero moverme como hacía antes, pero no puedo –dijo.
–Eso que me cuenta es por su avanzada edad –le explicó.
–Eso no es todo –prosiguió el anciano–. También me doy cuenta de que estoy perdiendo la memoria.
–Sí sí. Eso es porque es viejo –declaró el médico.
–También estoy perdiendo ... (ver texto completo)
