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PEDRO MARTINEZ (Granada)

Maravllosa vista Torre y Sierra
Foto enviada por sensi

Cuando conozco a alguien no me importa si es blanco, negro, judío o musulmán. Me basta con saber que es un ser humano.
Hay que tener raíces fuertes para no ir a donde sopla el viento.
EL HOMBRE QUE VENDÍA ESPEJOS ROTOS

En una calle de adoquines sueltos en el barrio Palermo de Buenos Aires, justo al lado de un viejo kiosco cerrado, había un puesto pequeño cubierto con una lona gris. No vendía fruta, ni libros usados, ni artesanías. Vendía espejos. Pero no nuevos, ni brillantes. Espejos rotos.
El dueño se llamaba Fermín. Tenía la barba desordenada, los ojos tristes y una voz tan suave que parecía siempre pedir permiso al hablar. Nadie sabía muy bien su historia, pero corría ... (ver texto completo)
Una respuesta honesta es una muestra de amistad verdadera.
Es necesario soñar para poder vivir!
No hay peor sordo que el que no puede oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le va.
El caballo de madera

Hubo una vez una bella joven llamada Helena que vivía en la Antigua Grecia. La dama tenía muchos pretendientes, pero fue el joven Menelao quien conquistó su corazón.

Helena y Menelao se casaron y se convirtieron en reyes de Esparta, una ciudad guerrera famosa por la valentía de sus soldados, que eran famosos en todo el mundo.

Un día, Menelao y Helena recibieron la visita de Paris, príncipe de una ciudad vecina llamada Troya. Aprovechando que Menelao tuvo que salir de ... (ver texto completo)