Lo bueno de los pensamientos es que nadie los puede ver y tocar, pero tú puedes dejar entrar a quien quieras.
Más allá de evadir las emociones frustrantes, la clave está en concentrarse todo lo que se pueda en el presente.
Las personas son como el sol: hay las que iluminan, las que calientan y las que causan quemaduras. Pero tú tienes que elegir cada día tu sol.
Cuando uno extraña un lugar, lo que realmente extraña es la época que corresponde a ese lugar; no se extrañan los sitios, sino los tiempos..
Pero la vida es así. Cuando menos te lo esperas, cuando has dejado de pensar en algo, cuando no sabes que ése es el momento adecuado, algo sucede.
Es más sano vivir la vida reconociendo que no eres perfecto, en lugar de vivir fingiendo ser alguien que no eres.