Compramos energía a futuro

PEDRO MARTINEZ (Granada)

Como florecen en jardín en primavera
Foto enviada por sensi

Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra.
El bien y el mal son cosas sin sentido, ideadas para trastornar a los hombres débiles y sensibles".
En el barrio de San Isidro, entre callejones empedrados y balcones llenos de bugambilias, vivía Don Salvador. Tenía 84 años y un pequeño café al que llamaba La Esquina del Tiempo. No era un negocio próspero, pero tampoco lo necesitaba: aquel lugar era su refugio y su puente hacia el pasado.
Cada mañana, Salvador abría las puertas antes de que el sol se asomara. El aroma del café recién molido se mezclaba con el de la leña húmeda que usaba para calentar el agua. En una mesa junto a la ventana, siempre ... (ver texto completo)
¡Felicidades! Antonia
Muchas gracias Sensi besillos.
¡Felicidades! Antonia
Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla.
Buenas noches Antonia, que tengas buen descanso. un abrazo.
Buenas noches Sensi hasta mañana que descanses, un abrazo.
Buenas noches Antonia, que tengas buen descanso. un abrazo.
Nunca te vayas sin haberlo intentado todo. Es la única manera de no volver.
Nadie es más esclavo que el que se tiene por libre sin serlo.
A veces le das mucho a todo el mundo, sin darte cuenta, que la persona que más te necesita eres tú
¿EN QUÉ RESIDE LA DIGNIDAD?

Un carpintero tenía un hermano que era un músico famoso. Cuando su hermano vino de visita a la compañía constructora donde trabajaba, el capataz le dijo:
-Debe estar orgulloso de tener un hermano que el mundo entero conoce por su música.
Luego, sintiendo que quizá había menospreciado a su empleado, agregó con torpeza:
-Por supuesto, no todos en la familia pueden tener el mismo talento.
-Usted tiene razón. Mi hermano no sabe nada acerca de construir una casa. Tiene ... (ver texto completo)
Si quieres saber cómo es alguien, mira de que manera trata a sus inferiores no a sus iguales..
Amigos son aquellos extraños seres que nos preguntan como estamos y se esperan a oír la contestación.
CRECER CON LAS CRÍTICAS

Había una vez un filósofo a quien la gente tenía por un hombre de conocimiento objetivo. Y es que no pasaba un día en el que no acudiera a su puerta una multitud de personas en busca de consejo, de enseñanzas o de una simple reflexión de aquel venerable erudito. Y, cada vez que el filósofo hablaba, la gente lo escuchaba absorta. Pero había entre sus oyentes un desagradable individuo que no perdía ocasión de contradecir al filósofo.
Había observado sus puntos débiles y ... (ver texto completo)