El ruiseñor y la rosa
Paseaba muy triste un estudiante cerca de la encina en donde el ruiseñor había construido su
nido. El
joven lloraba amargamente mientras gritaba a los cuatro vientos su desdicha:
– ¡Una rosa roja! ¡Solo quiere una rosa roja y no encuentro ninguna!- decía entre lágrimas el estudiante.
El ruiseñor, alertado por el llanto del joven, escuchó con atención, mientras él seguía hablando:
– Si consiguiera una rosa roja, ella bailaría conmigo toda la
noche. Aceptaría a ir
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