Que no te engañen prometiéndote la luna si luego no van a dejarte mirar el cielo..
La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha.
Ánimo, no nos rindamos, sonríamos con alegría, sigamos con esperanza: estamos aquí...
La mitad de la belleza depende del paisaje, la otra mitad de la persona que mira.
Siempre estamos aprendiendo de los demás, y visto que los otros somos nosotros, piensa en un momento cuánta gente, quizás ahora, está aprendiendo justamente de ti sin que lo sepas.
Ésto hace que el amor fluya, le da serenidad y calma a tu alma y a la suya.
Si no queréis trabajar, necesitáis trabajar para ganar suficiente dinero para no trabajar más.
