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PEDRO MARTINEZ (Granada)

Ruta del mencal
Foto enviada por JOSE MANUEL VALLE VILCHEZ

Hay algo dentro de ti que nadie te puede tocar ni quitar, si no quieres, se llama esperanza.
Dijo Platón que los buenos son los que se contentan con soñar aquello que los malos hacen realidad.
Cariño es cuando la gente no encuentra ninguna palabra para expresar lo que siente y habla con las manos, poniendo el abrazo en cada dedo.
Nunca dijeron que la vida sería fácil, sólo prometieron que valdría la pena..
El pasado es historia, el futuro un misterio, el hoy un regalo por eso se llama presente.
Las esperanzas deben estar concentradas de pensamientos positivos, no de suspiros que se los lleve el viento.
La mente es la fuerza más poderosa que existe, y cuando la enfocas de manera consciente, puedes lograr cualquier cosa.
Mientras que el hombre explote al hombre, mientras que la humanidad esté dividida en amos y esclavos, no habrá normalidad ni paz.
Un árbol no se acuerda de lo duro que fue el invierno, ahora es primavera y está floreciendo. El río no se acuerda sí estuvo seco hace tiempo, hoy ha llovido y está fluyendo. Entonces toma de su mismo ejemplo, deja el pasado atrás y vive el momento.
En esta vida hace falta gente que comprenda más y que critique menos.
Para mí los días mágicos fueron aquellos donde lo imposible quedó conservado en el corazón.
DICHOS POPULARES.
¡A buenas horas mangas verdes!

¿Sabéis de donde viene el dicho?
La poderosa policía de los Reyes Católicos llamada la Santa Hermandad cuyos soldados se distinguían por su uniforme con coleto o chaleco de piel hasta la cintura y con mangas de color verde.
El carácter rural de este cuerpo antecesor a la Guardia Civil, y uno de los primeros cuerpos policiales organizados de Europa, fue creada en los años posteriores a la guerra civil que enfrentó a los partidarios de Isabel ... (ver texto completo)
Mientras en el corazón tengamos sueños, esperanzas y deseos, cada día será un buen día.
No os toméis la vida demasiado en serio; de todos modos no saldréis vivos de ésta.
Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección.