MALAHA: HISTORIA DE LA MALAHA (GRANADA) ...

HISTORIA DE LA MALAHA (GRANADA)
-Edad Moderna.

Se inicia en el siglo XV la Guerra de Granada y los Reyes Católicos obtuvieron una victoria contra Boabdil, el último Sultán del reino nazarita de Granada y pasaría al dominio de los Reyes Católicos.
Durante el desarrollo de la Guerra de Granada, las tropas cristianas habían invadido los alrededores de La Malaha talando campos y destruyendo las casas de sus moradores pues los cristianos deseaban controlar la fábrica de sal que abastecía la villa y otros lugares colindantes.
Al final de la campaña se habían destruido 300 torres y múltiples alquerías del término municipal.
El rey D. Fernando El Católico y su ejército procedían a ocupar las talas y las demoliciones de los terrenos que iban pasando y en La Malaha se provocaron cuantiosos daños y después de la toma del Castillo de Tajárja en fecha 24 de junio del 1483 se trasladó el séquito real a la ribera del río Cacin y al día siguiente se acampo en La Malaha, en el paraje hoy se conoce como “Cerro del rey”.
Gonzalo Fernández de Córdoba, El Gran Capitán conociendo que el Castillo de Alhendin había sido entregado a los Reyes Católicos se dirigió a La Malaha acompañando de algunos caballeros.
Aben Malehe, jefe del ejército granadino al conocer la presencia del Gran Capitán y saber la pérdida de Alhendin reflexiono su posición y decidió hacer entrega de La Malaha y de la Fortaleza sin lucha.
Entonces el Gran Capitán tomó La Malaha y se decidió ir a Illora pero regreso inmediatamente cuando se enteró que el ejército granadino se disponía recuperar los castillos de Padul y Alhendin. Entre los acompañantes del Gran Capitán estaban a D. Sancho de Castilla que por su arrojo y valentía ganó la amistad y el aprecio del Gran Capitán.
Boabdil, el Sultán de Granada envió al Zegri con su ejército para tomar La Malaha pero el castillo estaba defendido por el Gran Capitán y éste entabló la lucha siendo el interés del Zegri conquistar el lugar y hacer prisionero al Gran Capitán para canjearlo por los hijos de Boabdil, que estaban como rehenes de los Reyes Católicos.
Tras varios días de lucha sin que flaquearan ninguno de los dos bandos, envió un mensaje D. Gonzalo al Zegri que si ansiaba su persona no debían seguir luchando sus hombres para evitar las pérdidas humanas y le retaba a la lucha en el campo a la hora y en el lugar que el Zegri escogiese.
A la mañana siguiente, acudieron los contendientes al lugar pactado acompañado ambos de un reducido séquito. Se encontraron ambos y se saludaron y comenzaron a caballo la lucha con sus espadas.
Después de una carga hecha por Gonzalo arrojo su lanza contra el pero Zegri pero quedó clavada en el caballo y siguieron la lucha encarnizada a pie. Siguió la lucha y D. Gonzalo derribó a su adversario y se le adelantó diciendo: “Toma buen caballero si es que no quieres estrechar mi mano” contestando el Zegri que se daba por vencido.
Ayudó D. Gonzalo a curar las heridas del Zegri y se juraron amistad que conservaron fielmente el resto de sus vidas.
Liberada definitivamente La Malaha, D. Gonzalo se marchó de allí y acudió en apoyo del príncipe Abdiheli quien el bando de Boabdil quería vengar su alianza con los Reyes Católicos.
La guerra se aproximaba a su final y como los príncipes Abdiheli y Cid Hiaya ya habían capitulado ante los Reyes Católicos, en la Corte de Granada se originó una anarquía y desorden que obligo a Boabdil resolver su entrega del reino.
El día 2 de enero de 1492 se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe y Boabdil abandonó Granada.
Tras tres cañonazos disparados desde las torres de su palacio Granada se anunciaba la partida del rey Boabdil para el exilio.
La Malaha pasó a jurisdicción de los Reyes Católicos excepto la Salina que en las Capitulaciones de Santa Fe pasó a ser propiedad del príncipe Abdiheli y del rey Boabdil.
Posteriormente en el año 1495 pasaron a ser propiedad de los Reyes Católicos que compraron los bienes de Boabdil.