Anda que si los mayordomos cogieran la rosca, la abrieran por la mitad, le restregaran un tomate, le pusieran unas lonchas de jamón, y 5 minutos al
horno, la
fiesta tendría mucho más aliciente, hasta yo que soy ateo iría a la
procesión a ver si se le escapara la pulsera a
San Marcos.