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LOS BALCONES: ????No críes palomas… cría águilas.????...

????No críes palomas… cría águilas.????
Porque la paloma se conforma con las migajas del suelo, pero el águila busca las alturas donde pocos se atreven a volar.
La paloma depende de la mano que le da de comer, pero el águila depende de su propia fuerza, de su instinto, de su capacidad de resistir las tormentas y de atravesar los cielos con sus alas extendidas.
La paloma se esconde, el águila se enfrenta.
La paloma se conforma, el águila conquista.
La paloma huye de la tormenta, el águila vuela dentro de ella.
Si quieres que tus hijos tengan éxito, no les regales un camino fácil, enséñales a conquistar uno difícil.
Si quieres que tus hijos sean líderes, no les quites el peso de la carga, enséñales a cargarlo hasta que sus hombros se vuelvan fuertes.
Si quieres que tus hijos tengan alas poderosas, no los encierres en el nido de la comodidad, lánzalos al vacío, aunque llores por dentro, aunque parezca injusto, aunque ellos no lo entiendan; porque el dolor de hoy será la fortaleza del mañana.
El águila no enseña con palabras dulces, enseña con pruebas duras.
Y es en esas pruebas donde el carácter se forja, donde la disciplina se graba en el alma, donde el verdadero liderazgo nace.
Un hijo que nunca enfrenta dificultades es como un ave que jamás se atreve a volar: crecerá débil, temeroso, dependiente.
Pero un hijo que enfrenta desafíos aprende que el mundo no regala nada, que todo se conquista con esfuerzo, que la vida respeta a los que luchan y desprecia a los que se rinden.
No críes palomas que buscan aprobación, cría águilas que inspiran respeto.
No críes palomas que viven del miedo, cría águilas que viven del coraje.
No críes palomas que se conforman con lo pequeño, cría águilas que levantan la mirada hacia lo imposible.
Porque al final, tus hijos no heredarán tu dinero, heredarán tu ejemplo.
No recordarán lo que les diste, recordarán lo que les enseñaste.
Y si los enseñas a ser palomas, se quedarán atrapados en el suelo.
Pero si los crías como águilas, aunque tropiecen, aunque caigan, siempre volverán a levantar el vuelo.