Con la evolución del tiempo, nacen unas cosas y otras desaparecen, es ley de vida, aunque eso no quita que algunas de las que dejan de existir, nos dejen una profunda huella.
A la altura del balcon de esta foto se encontraba el salon del baile, que llamabamos de "Cristobicas" la entrada la tenia por detrás del coche que hay aparcado, la escalera era de madera y muy empinada, mas de uno cuando tomaba unas copas en el salon salió rodando por ella.
Por los años 1959 y hasta 1967 se hacian en este salon los bailes, que con motivo de las distintas fiestas se organizaban en el pueblo, una de ellas, quizás la mas entrañable era la de los quintos, sobre las 10 de la mañana marchaban a Moclín para alistarse, después cuando volvian todo el dia cantando y bailando por las calles del pueblo, ofrecian a la gente, vino y aguardiente, sobre las 6 de la tarde empezaba el baile, no antes de haber pasado por la casa de las mozuelas para invitarles y pedir permiso a sus padres, sobre las 9 se juntaban los quintos para comer el choto, que era la comida típica de quintos, después otra vez al baile hasta altas horas de la madrugada, lo pasabamos muy bién, muchos quintos se buscaban su novia, para al próximo año cuando se marchaban a la Mili tener carta todos los dias de su amada.
A la altura del balcon de esta foto se encontraba el salon del baile, que llamabamos de "Cristobicas" la entrada la tenia por detrás del coche que hay aparcado, la escalera era de madera y muy empinada, mas de uno cuando tomaba unas copas en el salon salió rodando por ella.
Por los años 1959 y hasta 1967 se hacian en este salon los bailes, que con motivo de las distintas fiestas se organizaban en el pueblo, una de ellas, quizás la mas entrañable era la de los quintos, sobre las 10 de la mañana marchaban a Moclín para alistarse, después cuando volvian todo el dia cantando y bailando por las calles del pueblo, ofrecian a la gente, vino y aguardiente, sobre las 6 de la tarde empezaba el baile, no antes de haber pasado por la casa de las mozuelas para invitarles y pedir permiso a sus padres, sobre las 9 se juntaban los quintos para comer el choto, que era la comida típica de quintos, después otra vez al baile hasta altas horas de la madrugada, lo pasabamos muy bién, muchos quintos se buscaban su novia, para al próximo año cuando se marchaban a la Mili tener carta todos los dias de su amada.