GRANADA: AQUELLOS JOVENES CASTELLANOS QUE VISITARON GRANADA...

AQUELLOS JOVENES CASTELLANOS QUE VISITARON GRANADA
Eran los años de mil novecientos setenta y cinco, cuando aquellos tres jóvenes castellanos, que eran amigos de la infancia, alquilaron un automóvil, para hacer la visita a la ciudad de Granada, y poder visitar su Alhambra, Todo marchó bien en el camino, conocieron la tierra de Andalucía, sobre todo la provincia de Jaén, donde sus olivares les levantaron pasiones. Pasaron el puerto de Despeñaperros, que como dicho nombre dice, en aquellos tiempos se despeñaban hasta los perros, cruzando el puerto del Carretero, que les dio alegría el conocerlo, ya que uno de los jóvenes, era nieto de un constructor de carros, en Castilla la Vieja, y a su abuelo le llamaban “El Carretero”. Fue un viaje de placer la ida hacia Granada, luego en la ciudad, empezaron a surgir sus problemas, intentaron buscar hotel, pero era difícil, ya que era tiempo de primavera, y estaban los hoteles al completo, terminaron durmiendo en una pensión, de las afueras de Granada, y allí tuvieron varias diferencias con otras personas, que no eran de cultura cristiana, tuvieron que soportar palabras incongruentes, y de difícil entendimiento, con posturas radicales, y trato poco humano hacia sus propias mujeres. los tres jóvenes intentaron calmar las diferencias, y tratar de descansar aquella noche, donde se encontraban cansados de tantos kilómetros de carretera, por lugares donde jamás habían pisado. El día siguiente fue majestuoso, visitaron La Alhambra, con su Alcazaba, de Fortaleza, El Generalife y sus bellos jardines, el Palacio de Carlos V, y los Palacios Nazaríes, donde entendieron el valor y el significado que un profesor de su instituto, les había enseñado. Todo parecía majestuoso, entre ellos comentaron, como es posible que aquella gente, pudiera hacer estos cauces de agua por todo el recorrido, y dar de beber a toda la gente que aquí vivía, sin hacer ninguna obra hidráulica. Los tres jóvenes se quedaron admirados, de aquella vieja cultura, que parecía imposible en los tiempos actuales poder realizar, todo el encantamiento de tan maravilloso recinto, no terminaron ahí sus admiraciones, ya que visitaron casi todo El Albaicín, y las cuevas del Sacromonte, además de poder visitar la catedral de Granada, con su majestuoso contorno religioso, donde se podía entender, la religiosidad de esta tierra de Andalucía. Los tres jóvenes castellanos, se quedaron admirados, nada tenía que ver con las catedrales de Castilla, donde la religiosidad era muy notable, aunque allí en Granada vieron los órganos musicales y los retablos más maravillosos que se pueden ver en toda España. Fue un viaje hacia lo desconocido, para poder admirar otras culturas pasadas, que dejaron su valor y su saber artístico, en aquellos años de dominación árabe, Los tres jóvenes de regreso a Castilla la Vieja comentaban, Eran unos verdaderos artistas, su cultura era superior a la de aquella época en nuestra tierra, aunque hoy en día seguro que los descendientes de ellos en África, no serian capaces de volver a construirlo, si no que lo destruirían sin darle ningún valor, y eso sería una gran fatalidad cultural, para todo Granada, Andalucía y España, ya que nunca más se podría levantar dichos monumentos, con esa visibilidad que tiene La Alhambra, además de estar como en un balcón, la cantidad de riego y de aljibes que tuvo en aquellos años y que se siguen conservando, es una pena, que no se transmita a nuestros descendientes tan maravilloso lugar, para saborear su cultura y buen hacer, sobre una colina con vistas a Sierra Nevada. Y donde los Castellanos de tierras secas, apreciamos mucho más el agua de sus acequias, Todo eso y mucho más fue su regreso a la tierra de Castilla la Vieja, G X Cantalapiedra.