España también está acogiendo a intrusos africanos que llegan a estas latitudes en busca de un hábitat mejor. «Ante el cambio climático, las mariposas se desplazan hacia el norte o hacia altitudes más altas, si son de montaña, siempre en corcondancia con la redistribución de las plantas de las que dependen», explica a EL MUNDO Juan Fernández Haeger, catedrático de ecología en la Universidad de Córdoba y experto en mariposas. «En los últimos 15 años estamos viendo a mariposas de origen africano que se han instalado aquí».