Agua y vida en Granada.
La ciudad y la provincia de Granada descubren numerosas rutas para visitar variados ejemplos de baños árabes, unas construcciones influenciadas por la tradición grecorromana que eran el eje en la vida morisca. Con el objetivo de difundir el conocimiento de la historia de estas construcciones y mostrar algunos de sus ejemplos, la Diputación de Granada ha editado en inglés la guía ‘Baños árabes’, una obra de Carlos Vílchez con las rutas del agua.
Marcada por la influencia y la tradición de los baños de la época grecorromana, la cultura islámica profundizó desde sus inicios en este sistema constructivo. La antigua medina de Granada, la Alhambra y numerosos pueblos de la provincia son zonas privilegiadas en cuanto a la proliferación de baños árabes, que reúnen las características de estas edificaciones en sus hamman (baños artificiales) o hamma (baños de aguas termales creados sobre un manantial).
Los baños eran el lugar dedicado a la higiene corporal y a la limpieza espiritual mediante los rituales de abluciones y purificaciones. Además, eran un lugar hedonista, destinado a proporcionar placer a quienes acudían a ellos, y terapéutico, ya que se utilizaban las propiedades y los beneficios del agua para el tratamiento de enfermedades. Con un claro sentido social, los baños árabes cumplían unas rígidas normas de funcionamiento: los hombres acudían por las mañanas y las mujeres por las tardes; no pudiendo coincidir en ningún caso.
Los múltiples ejemplos de baños de la provincia de Granada, recopilados en el libro Baños árabes de Carlos Vílchez y editado por la Diputación de Granada, muestran la evolución en estas construcciones, que se convirtieron en algo más que un lugar para el descanso y que hoy constituyen los signos vivos de nuestro pasado.
La ciudad y la provincia de Granada descubren numerosas rutas para visitar variados ejemplos de baños árabes, unas construcciones influenciadas por la tradición grecorromana que eran el eje en la vida morisca. Con el objetivo de difundir el conocimiento de la historia de estas construcciones y mostrar algunos de sus ejemplos, la Diputación de Granada ha editado en inglés la guía ‘Baños árabes’, una obra de Carlos Vílchez con las rutas del agua.
Marcada por la influencia y la tradición de los baños de la época grecorromana, la cultura islámica profundizó desde sus inicios en este sistema constructivo. La antigua medina de Granada, la Alhambra y numerosos pueblos de la provincia son zonas privilegiadas en cuanto a la proliferación de baños árabes, que reúnen las características de estas edificaciones en sus hamman (baños artificiales) o hamma (baños de aguas termales creados sobre un manantial).
Los baños eran el lugar dedicado a la higiene corporal y a la limpieza espiritual mediante los rituales de abluciones y purificaciones. Además, eran un lugar hedonista, destinado a proporcionar placer a quienes acudían a ellos, y terapéutico, ya que se utilizaban las propiedades y los beneficios del agua para el tratamiento de enfermedades. Con un claro sentido social, los baños árabes cumplían unas rígidas normas de funcionamiento: los hombres acudían por las mañanas y las mujeres por las tardes; no pudiendo coincidir en ningún caso.
Los múltiples ejemplos de baños de la provincia de Granada, recopilados en el libro Baños árabes de Carlos Vílchez y editado por la Diputación de Granada, muestran la evolución en estas construcciones, que se convirtieron en algo más que un lugar para el descanso y que hoy constituyen los signos vivos de nuestro pasado.
Donde andas
Pues como no me dabais conversación, me he puesto a poner cosas sobre Granada, que para eso es mi tierra.
Hoy no tengo gana de chistes.
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