acrificio
1. Ofrenda hecha a una divinidad en señal de homenaje o expiación. Los sacrificios se han practicado en todos los pueblos desde la más remota antigüedad. En cuanto a su forma, eran incruentos o cruentos. En los primeros se ofrecían, por lo general, primicias del campo: harina, granos tostados y machacados, tortas, etc. Asimismo se ofrecía miel, leche, vino y aceite de oliva. Los cruentos se practicaban con efusión de sangre de animales. En Grecia y en Roma se ofrecían sacrificios a todas las divinidades: a Neptuno se le dedicaba el caballo; a Baco, el chivo; a Venus, la paloma. También se sacrificaban bueyes, carneros, gallos, etc. El sacrificio de cien bueyes se llamaba hecatombe. Algunos pueblos, como los tirios, los cartagineses y diversas tribus galas, ofrecían víctimas humanas a Baal, Moloc y otras divinidades. En América (México, Perú, etc.) se practicaban igualmente feroces sacrificios humanos, que perduraban aún a la llegada de los españoles. Los judíos practicaron, según la ley de Moisés, diferentes sacrificios, y en ellos inmolaban bueyes, terneros, cabritos, corderos, etc. El sacrificio del cordero pascual fue ofrecido por primera vez por los israelitas a la salida de Egipto.
2. Acto de ofrecer el sacerdote en la misa el cuerpo de Jesucristo, bajo las especies del pan y del vino en honor de su Eterno Padre.
1. Ofrenda hecha a una divinidad en señal de homenaje o expiación. Los sacrificios se han practicado en todos los pueblos desde la más remota antigüedad. En cuanto a su forma, eran incruentos o cruentos. En los primeros se ofrecían, por lo general, primicias del campo: harina, granos tostados y machacados, tortas, etc. Asimismo se ofrecía miel, leche, vino y aceite de oliva. Los cruentos se practicaban con efusión de sangre de animales. En Grecia y en Roma se ofrecían sacrificios a todas las divinidades: a Neptuno se le dedicaba el caballo; a Baco, el chivo; a Venus, la paloma. También se sacrificaban bueyes, carneros, gallos, etc. El sacrificio de cien bueyes se llamaba hecatombe. Algunos pueblos, como los tirios, los cartagineses y diversas tribus galas, ofrecían víctimas humanas a Baal, Moloc y otras divinidades. En América (México, Perú, etc.) se practicaban igualmente feroces sacrificios humanos, que perduraban aún a la llegada de los españoles. Los judíos practicaron, según la ley de Moisés, diferentes sacrificios, y en ellos inmolaban bueyes, terneros, cabritos, corderos, etc. El sacrificio del cordero pascual fue ofrecido por primera vez por los israelitas a la salida de Egipto.
2. Acto de ofrecer el sacerdote en la misa el cuerpo de Jesucristo, bajo las especies del pan y del vino en honor de su Eterno Padre.