Cydonia oblonga, comúnmente llamado membrillo o membrillero, es el único miembro del género Cydonia, es un árbol de tamaño pequeño a mediano, nativo de la región del Cáucaso, en el sudoeste cálido de Asia. Es un árbol frutal emparentado con el manzano y el peral. Su fruto, llamado asimismo membrillo, es de color amarillo-dorado brillante cuando está maduro, periforme, de 7 a 12 cm de largo y de 6 a 9 cm de ancho; su pulpa es dura y muy aromática. Los frutos inmaduros son verdes, con una densa pilosidad de color gris claro, que van perdiendo antes de madurar. Sus hojas están dispuestas alternativamente; son simples, de 6 a 11 cm de largo, con una superficie densamente poblada de finos pelos blancos. Las flores, que surgen en la primavera después de las hojas, son blancas o rosas, con cinco pétalos. El membrillo es demasiado duro, astringente y agrio por lo que no es usual comerlo crudo, a menos que sea escarchado (preparándolo de modo que el azúcar cristalice). Se usa para hacer mermelada, compota y pudín, o puede pelarse para posteriormente asarlo. Su fuerte aroma hace que sea un complemento para añadir en pequeñas cantidades al pastel de manzana y a la mermelada, para potenciar el sabor.
El membrillo, al sumergirse cortado en dos en agua de mar, ve reemplazado su sabor amargo por otro, dulce y delicioso, y, por ende, comestible y muy sano; esta práctica es muy común y extendida en Tenerife y Gran Canaria, parte del archipiélago de las Islas Canarias, comunidad autónoma de España.
El membrillo, al sumergirse cortado en dos en agua de mar, ve reemplazado su sabor amargo por otro, dulce y delicioso, y, por ende, comestible y muy sano; esta práctica es muy común y extendida en Tenerife y Gran Canaria, parte del archipiélago de las Islas Canarias, comunidad autónoma de España.