El método del incordio (Método gilipollas perfeccionado)
Cuando sometemos el alma femenina a un análisis profundo, podemos llegar a estas conclusiones:
- La existencia del alma femenina fue aceptada como dogma de la iglesia católica alrededor del siglo XVIII. Muchas personas consideran este hecho como un gran error.
- Después de encontrado un esbozo de lo que pudiere ser el alma femenina, el análisis nos lleva a la siguiente conclusión:
- La mujer es, cuando menos, peculiar
- La mujer comprende absolutamente todo, exceptuando la idiosincrasia masculina.
- Los hombres lo ignoramos absolutamente todo, incluida la idiosincrasia femenina.
- Las mujeres, dado su elevado nivel de practicismo, poseen cuantitativamente menos paciencia que los hombres, sobre todo a la hora de aguantar gilipolleces provenientes del sexo contrario.
Es este último punto el de más valor para nosotros, se trata de ser un autentico, verdadero y total PESADO. Después de que hayamos resistido incólumes todo tipo de improperios, no cejando, no abandonando nuestra técnica, conseguiremos al fin nuestro propósito: la mujer, vencida, nos dará lo que queremos a cambio de que la dejemos en paz.
NOTA: Hay mujeres extremadamente rencorosas y este método puede causar algún tipo de perjuicio a posteriori: Verbigracia de este libro, que está siendo escrito desde un ambulatorio de la Seguridad Social.
Cuando sometemos el alma femenina a un análisis profundo, podemos llegar a estas conclusiones:
- La existencia del alma femenina fue aceptada como dogma de la iglesia católica alrededor del siglo XVIII. Muchas personas consideran este hecho como un gran error.
- Después de encontrado un esbozo de lo que pudiere ser el alma femenina, el análisis nos lleva a la siguiente conclusión:
- La mujer es, cuando menos, peculiar
- La mujer comprende absolutamente todo, exceptuando la idiosincrasia masculina.
- Los hombres lo ignoramos absolutamente todo, incluida la idiosincrasia femenina.
- Las mujeres, dado su elevado nivel de practicismo, poseen cuantitativamente menos paciencia que los hombres, sobre todo a la hora de aguantar gilipolleces provenientes del sexo contrario.
Es este último punto el de más valor para nosotros, se trata de ser un autentico, verdadero y total PESADO. Después de que hayamos resistido incólumes todo tipo de improperios, no cejando, no abandonando nuestra técnica, conseguiremos al fin nuestro propósito: la mujer, vencida, nos dará lo que queremos a cambio de que la dejemos en paz.
NOTA: Hay mujeres extremadamente rencorosas y este método puede causar algún tipo de perjuicio a posteriori: Verbigracia de este libro, que está siendo escrito desde un ambulatorio de la Seguridad Social.