William Russell, esperando conseguir un contrato comercial para llegar a un servicio de correo más rápido, comenzó con el Expreso Pony en 1860, acortando el tiempo de entrega a diez días. Estableció más de 150 estaciones separadas por 24 kilómetros. Los conductores tenían que ser expertos y pesar menos de 125 libras (57 Kg.). El anuncio pedía ‘hombres delgados y fuertes, no mayores de dieciocho…dispuesto a arriesgar su vida diariamente…preferencia huérfanos…Salario: $25 por semana’.
