Así, aunque son considerados como un icono norteamericano, los vaqueros comenzaron a partir de una tradición hispánica, que evolucionó en lo que hoy se conoce como el vaquero del norte de México y el charro de las regiones Jalisco y Michoacán. La mayoría de los vaqueros eran de origen mestizo y nativo americano, mientras que gran parte de los hacendados –los dueños de los ranchos- pertenecían a la raza española.
