En la Estrategia Nacional para la Conservación del Lince Ibérico, bajo la supervisión de la administración central, colaboran varias comunidades autónomas y
Portugal. Este plan prevé la creación de nuevos centros de cría en tierras lusas, en
Extremadura y en Castilla-La Mancha. El objetivo es que, a medio plazo, todas logren reintroducir linces en alguna parte de su territorio en los que alguna vez los hubo.