SATÁN, UNA PERSONA VERDADERA
Los testigos de Jehová creen que Satán es una persona verdadera. Afirman que fue creado como una criatura perfecta por Dios pero se convirtió en "Satán el demoníaco" cuando comenzó a actuar en pos de su deseo de convertir a Adán y a Eva en sus adoradores, en lugar de alabar a Jehová.
Ellos no piensan que "Lucifer" sea su nombre original, sino la designación descriptiva que se le aplicó al "Rey de Babilonia”. El Lucifer que usualmente se representa, es una derivación del latín “Vulgata”. Por medio de la serpiente del jardín del Edén, Satán sedujo a Eva diciéndole que el reinado de Dios era egoísta e injusto.
" ¿Es verdad que Dios les dijo que no debían comer de cada árbol del jardín?" La contestación de Eva fue que solamente un árbol había sido prohibido bajo pena de muerte. Satán contestó esto: "Es seguro que tú no morirás. Ese árbol les está prohibido porque Dios sabe que en el momento en que coman de sus frutos sus ojos se abrirán por completo y serán iguales a Dios, conociendo el bien y el mal".
Así pues, el acercamiento de Satán era un engaño dual: primero, ese Dios les estaba ocultando el bien y, segundo, les mentía acerca de cómo alcanzarlo.
Eva sucumbió a este engaño junto con Adán, que se convirtió en su cómplice. Jehová los echó del Paraíso; así comenzaron su caída hacia la muerte y la imperfección.
La Biblia demuestra que la mayoría de sus descendientes siguió idéntico destino. Desde entonces, la Humanidad está atrapada entre Dios y Satán para demostrar, con su inclinación, cuál de los dos está en lo cierto: si la Humanidad caerá bajo la influencia de Satán o seguirá siendo leal a su creador.
Los testigos de Jehová creen que Satán sigue siendo el Dios de este mundo. Algunas referencias son: 2 Cor. 4:4; 1 Juan 5:19 y Mt 4:8-11.
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