Hace unos años, en Lepe, la poblacion enloquecio y se dedico a la sodomia, la perversion, el sexo en sus multiples variante, ademas de a las drogas y todo tipo de vicios o placeres no cristianos.
Obviamente esto solivianto al parroco, quien se decidio a solicitar ayuda a mas altas instancias eclesiasticas: llamo al Nuncio del Vaticano en
España. Y este se presento en Lepe:
-Nuncio, este
pueblo va directo al infierno.
-Esto lo arreglo yo, por la Gracia de Dios.
Y el Nuncio salio a la
calle proclamando
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