Un policía, que hace su ronda
nocturna, ve a una jovencita caminando sola y se le acerca.
- Señorita, le sugiero que no ande a esta hora por la zona. Estamos buscando a un sátiro que viola a las chicas que tienen tres orejas.
- Ah, entonces no tengo problema. Tengo dos orejas.
- No crea. Este hombre las viola y después cuenta las orejas.