Nadie le hablaba en la
escuela... hasta que empezó a dibujar sonrisas en las baldosas del baño.
A Camila le decían “la rara”.
Tenía 13 años y pasaba los recreos sola, en un
rincón del
patio.
No sabía hablar de maquillaje, ni de modas, ni de TikTok.
Le gustaba dibujar.
Llevaba siempre un cuaderno con hojas dobladas y lápices gastados.
A veces dibujaba personas que ya no veía.
Otras veces, inventaba mundos donde nadie la señalaba con el dedo.
Un día, mientras estaba en el baño de la escuela,
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