CUEVAS DEL CAMPO (Granada)

Madre naturaleza, cruel y sin piedad,
entregas el YO, en medio
De una gran competitividad,
El misterio no se ha descifrado
¿Porqué? Yo, tú o él.
Cuando la vida se acaba,
¿ a dónde van esos pronombres?
Nadie sabe responder.
Tal vez las religiones, plantean saber.
Ignorancia, dijo la ciencia,
Con su escaso saber.
Madre naturaleza, de dos células
Insignificantes nos das a entender
Lo sencillo que es la vida,
Y lo complicado, que hacemos
El morir por no querer ver. A.R.

Mira mi pueblo!!! La iglesia, el paseo, donde tantos buenos ratos he pasado! Esta semana santa quería bajar, pero por las circunstancias no puedo ir y lo estoy deseando, ya que tengo muchas ganas de ver la semana santa viviente, no soy creyente pero me han dicho que es un gran espectáculo. Espero que el año que viene pueda ir, y volver a pasearme por el paseo con mi gente. A ver si este verano puedo pasarme por allí. Un beso para todos los cueveños y para la familia y los amigos. Besos de una catalana.

Todo suena a quimera,
Hasta la propia vida
Yo desde el recuerdo,
Triste y efímero,
Recavo en mi memoria.
Ella evoca imágenes,
Llenas de juventud
Alegría y belleza.
Cuevas, llena de
Realidades frustradas,
ánimos caídos en una
Juventud malograda.
Llevas en tus calles
La pasión y el olvido
Lo que pudo ser,
Y no quiso, para su bien
En un mundo cautivo,
¡ Oh juventud descarnada
Malgastada e inquieta,
Vuelve a ser lo de ayer,
Y no cambies nunca.
La vida cuenta poco
Cuando se dispara ... (ver texto completo)

Un hermano, que viajó sin billete y sin saber a dónde. Faltaban pocos dies para acabar el año, se nos adenlantó, seguramente para dejarnos el camino despedregado y más luminoso. Tu vida no fue fácil, pero sí, ejemplar. Allá donde residas, observarás con tus ojos azules, limpios y aturquesados, que el amor en el recuerdo, siempre será fuerte y vivo en toda su extensión y, jamás se apagará la llama de la antorcha, como símbolo, de que vives en mi recuerdo. A.R. Desde el Caño Jorge.

En la quietud de la vega
Se oyen el temblor de las campanillas,
Son las cabras oscuras y nerviosas,
Conducidas por el silbido agudo y tajante,
El cabrero marca el paso por un ribazo
Comen corregüela entre salpicadas y vistosas florecillas.
Con sonido estridente acompañado de un terrón certero,
Aparta una cabra de una oliva.
El sol se desnuda sobre los almendros con su s frutos abiertos.
Higueras ennegrecidas las visitan pájaros hambrientos.
Yo siguiendo el sendero, por una vereda estrecha, ... (ver texto completo)

Es el último sábado de abril de un año un poco lejano, todo el pueblo bajo un clamor festivo acude a la iglesia. Todos esperan , la bajada de la virgen del camerín. El fervor es contagioso, gentes sencillas lloran de emoción y a viva voz popular todos entonan el himno, algunas gentes desatan la histeria colectiva y a empujones eufóricos, quieren tocar la imagen. Acaba la misa, La mayoría de gente estrena traje, zapatos o tal un bolso. Algunos pasean por la Plaza, otros van haciendo corros, cada vez ... (ver texto completo)

EL CEMENTERIO: Era una mañana de Diciembre, un poco antes del medio día, salí de la iglesia, y a través de la carretera, encontré, muy crecido el pueblo, hacia el cementerio, Me dirigí a la puerta, Ya estamos en el silencio... Andando... Como diría Machado, ¡ Cómo entran y salen los gorriones de los cipreses! Qué alegres! por una calle retorcida y cortada al mismo tiempo, ves ahí, en medio de un laberinto, un cajón hecho de cemento, revestido con lápidas de granito, con algunos nombres de seres ... (ver texto completo)

Este paseo, antes carretera, me trae buenos recuerdos, también la Cañá de San Isidro, pues antes vivían mis dos hermanos. Cerca de la iglesia vive, desde hace mucho tiempo, una hermana. Por internet vía rápida, para ella y toda la familia un fuerte abrazo.
A.R.

El reloj de la plaza gime sus notas, en el despejado azul pentagrama, notas, que se pierden, para pasar a oídos más lejanos. Su lenguaje nos dice lo que ha pasado. Los niños se apresuran, la hora del colegio ha llegado, el agricultor ensilla la mula, para iniciar la faena del campo, la esposa arregla la casa, porqué una misa la está esperando. El camarero del bar del paseo canturreando un estribillo por bajo, limpia las mesas y sillas, y así poder, mostrar su trabajo.
¡ OH reloj no te pares ! la ... (ver texto completo)

CERCA DE LA IGLESIA: -09-11 00:11:16

ROMERíA A JABALCóN: último domingo de abril, con algunos de mi familia, siempre con ánimo de fiesta, entre los últimos parajes de la vega. Se oyen, a lo lejos, tropeles, conforme avanzamos, ya cerca, de la Cuesta Catín, grupos de jóvenes chillando, algunos estribillos de canciones, y machaconamente repitiendo, ¡ viva la virgen de la Cabeza ¡ , ¡ viva ! Las caballerías ataviadas con diferentes monturas, mantas de jarapos, con colores abigarrados, crines recién ... (ver texto completo)