Yo no me considero una bribona por bajar a la
plaza el día de la candelaria; en primer lugar, porque creo que al igual que yo, el resto de gente bajó, no por
comer un trozo de riquísimo chorizo, ya que cualquiera de los que estabamos allí tenemos en nuestras despensas, sino porque el ser humano por
naturaleza necesita de las relaciones humanas del contacto con el hombre/mujer de las risas, de charlar, de relacionarse, de divertirse de intercambiar opiniones, lo importante no es la
comida sino las
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