BAUL: Cuando disfruto de tu prodigiosa memoria, recuerdo...

Entre los que desconoce mi amigo Roberto, se encuentra Basilio, el mejor cocinero, el que hacía unos gazpachos de mareo, estaban dándole un repaso al puente, están todos los componentes presentes, el Mua, el más anciano de todos, un madrileño castizo, nos hicieron pasar muy buenos ratos, eran ya como de la familia, también está Pepe Ripoll componente de la brigada de Vías y Obras, Juan Carlos el hijo de Juan el cartero, Salvador el hermanastro de mi amado, además del pequeño, Manolo, Paquito López, hijo de Pepe López Soria, Don Simeón el jefe de los restauradores del puente, el nombre se lo coloqué yo, cuando mis hermanos se iban hacia los vagones, les asustaba- Que viene don Simeón- Salían como escopetas, mientras me daba la risa, les cabreaba, pero cuando de nuevo volvían, caían en la misma una y otra vez, falta un joven, era madrileño, estaba de vacaciones, del resto no falta ninguno, esos son los que desconocen, pongo en este instante mi disco duro a trabajar para acordarme de los nombres de los restantes.
Escribid, forasteros, ni los que habitan, ni los que llegan en verano, claro que servidora, estando en el caso, pudiendo andar, con él, físicamente a mi lado, del ordenata, na de na, escribir me sigue gustando, tanto como leer, de hecho cada noche mantenemos unos diálogos, en la noche tranquila, cuando escucho con toda nitidez su voz, los plasmo en el papel, me los llevaré hacía arriba cuando decidan que ya no hago falta aquí. Por cierto que este verano tan extraño, verano que ya preveía, mañanas más o menos luminosas, tardes torvas. Entre la caída que tuve, en la que se me han roto alguna que otra costilla, y un virus (Eso que llaman los médicos cuando, bien saben pero callan, o no lo saben) pero nos está haciendo la puñeta, nunca había cogido virus y, menos mi hijo, que está hecho un toro, clavado a su padre, no solo en lo físico, su psiquis, su sensibilidad, generosidad, el ansia de saber, no acaba una carrera cuando ya está matriculándose en la siguiente, la última, para no cambiar, la ha sacado con un excelente, si supiera que lo estoy escribiendo... Es como nosotros, la discreción, la humildad, la humanidad le sale por los poros.
En fin, amigos míos, espero que al menos os dignéis a poner unas cuatro letrillas, aunque solo sea para practicar y, si quieren, me saludan. Intentaré dormir, que no lo consigo, pues a seguir leyendo y conversando con mi AMOR. Hasta pronto, os quiere, vuestra amiga. Teresa

Cuando disfruto de tu prodigiosa memoria, recuerdo con un cariño muy especial mis vivencias en Baúl. Yo no puedo recordar a esa gente porque no era más que un niño; solo recuerdo a la gente que era del pueblo con la que de alguna manera tuve relación. A ti y a tu familia porque tu papi (q. e. p. d.) era compañero de trabajo de mi tío Ricardo; a Juanito, el niño del "Manco" porque era compañero de juegos, a tu hermano, a mi primo Juan Carlos (q. e. p. d.), a mi tío Ricardo, al "Manco" y de la foto a pocos más.
Allí aprendí a montar en bicicleta, a fabricar tirachinas, a echar buenas siestas; le tomé predilección al pan tan rico que nos hacía el panadero que había donde mis tíos vivieron al principio; qué casa, con aquél patio fresquito en los rudos veranos del Baúl, que siempre olía a pan recién hecho. Todavía hoy, soy capaz de perdonar la comida, pero no el pan.
También me acuerdo de nuestras andanzas por el río, de nuestros partidos de fútbol en la era y de tantas y tantas cosas...
Este fin de semana estoy descansando en Trevélez, y su río, en cierta forma me recuerda al del Baúl... A su vera, fresca y agradable en estos tiempos tórridos que corren y con el murmullo de sus aguas solo interrumpido alguna que otra vez por el canto de los ruiseñores, me transportan a épocas pretéritas allende aquellas inolvidables tierras del Baúl.
Bueno Teresa, hoy has conseguido sacar mi vena nostálgica, de lo que me he alegrado un montón.
Te deseo lo mejor.
Un abrazo de tu siempre amigo Roberto.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Además de conservar la memoria con los mismos reflejos de mis 15 años, soy buena fisonomista, veo una cara y pasados muchos años, soy capaz de recordarla, a veces he de hacer un ejercicio hasta lograr, quien es, donde la vi. Baúl siempre lo llevaré en mi corazón, primero y muy principal por que allí fue donde os encontramos el amado y servidora, por lo mucho que disfrute, bien jugando, aprendiendo a sobrevivir. Pocos secretos tiene las labores del campo, labores que se han perdido, campos que al ... (ver texto completo)
En Trevélez, menudos atracones de buen jamón. Además fresquito, con paisajes de ensueño, sigue viviendo tranquilo, pasarlo lo mejor que podáis, dice la copla- Solo se vive una vez... El Mua se llamaba Ángel, otro crío de los que aparece es José Vélez, hijo del jefe forestal, había tres forestales, se limpiaba el monte al menos dos veces por temporada. Ya lo decía el libro que teníamos que leer una página cada día, se llamaba. España es así... Buenas y Santas noches, para vosotros y a mis queridos ... (ver texto completo)