A Eugenio le conoci cuando tan sólo era un bebé fue en la boda de mí hermano, llevaba yo a mi mayor con 13 meses, vamos que son de la misma edad, a quien más conozco es al resto de su familia materna, desde su abuelo, ese gran hombre, bueno, honesto, siempre con una sonrisa amable en su rostro, formal y sin embargo con un gran sentido del humor, como trabajo aquel gran señor, cuando me enteré de su muerte la sentí en toda su crudeza, escribi a la abuela Antonia, mis mejores smigos los niños, Antonia María y Prudencico siempre me buscaban o yo a ellos, los niños son lo más grande siempre he tenido iman con ellos, iman que afortunadamente sigo teniendo, niño que viene a mi casa y de mi se engancha para no marcharse, siempre para ellos es demasiado pronto, Manolito mi cuñado, Juanito de Doña Rufina, se pegaban a mi, recuerdo a Manolo cuando el hambre le picaba, su frase era- Tere, me voy tengo hambre-sabía que yo de comer le daba, su punto flaco siempre ha sido la cultura, le tiene alergia a los libros, tengo una señal de un trozo de lapiz que se me quedó en un brazo, un día que me saco de mis casillas, y miren que tengo aguante...Cosas de aquellos maravillosos años.