A mil kilometros me tienes,
Y te tengo tan en mi,
Te siento tan lejano.
Mi pueblo, tus arenales, mi tierra,
Las calles, mi barrio, la iglesia.
Tan lejos de ti estoy que muero
Sentiendome vagar entre tus plazas.
¡Ay!Sabiote como te sueño
Nunca imagine que tanto te entrañara.
Solo el oir tu nombre, mi alma anima.
Nombrarlo, mejor me la despierta.
Dichoso aquel que en ti descansa.
Infeliz de mi, que no estoy cerca.
Alla en tu arenales
Jugabamos los niños,
Corriamos a escondernos
Al corralon vacio.
Doña Ana,
La dueña de la casa,
Tenia en las camaras a Blas, el loco.
Joven, de mente vana, su hermano.
Escondido.Que nadie lo escuchara.
Aresfrescar mis labios
Bajaba a los pilares
Y bebia el agua
Que no se acababa
A la par de mulos y otros animales.
En tu dos arrabales se
Apiñaban las mujeres,
En las calles estrechas
De casas encaladas.
Los hombres de tez
Negra en los arenales,
Araban la mies, limpiando la cizaña.
No quiere mi boca decir tu nombre,
Lo escribo en el papel,
Que no se pierda,
Que para siempre
Entre las hojas quede.
Tal vez asi nunca lo olvide,
Y leyendo tu nombre,
Algun dia vuelva.
Al tiempo , por mucho que trascienda,
No permitas que te olvide,
Que siempre en
Mis adentros yo te lleve.
Poder volver un dia tan solo ansioso
Y respirar tus aires.Milagro fuera.
Te llamo con la voz de mis manos,
Te sigo con los dedos en la distancia,
Con el corazon repleto de lagrimas.
Mi alma lo siente sollozando,
Y a compañado de los ojos, toda yo
Con mi amor, le grito a la luna plateada.
Ayer mi sangre joven, en ti corria
Y mi cuerpo lozano tus campos bebia.
Desoyendo tu voz abandone tu vientre
Y aqui, desesperada, a mil kilomtros
Mi tierra amada, sin ti me tienes.
Feliz entre tus aires me allaria
Si respiro en tus calles su alegria
Si tan solo un instante
Al despertarme yo siento
Que en tu sueño vuelvo a estar.
Tu eras, tus cortijos, tus calles y
Tus plazas, me llaman a que vuelva,
Me dice que no siga en lontanaza.
Tu nombre me renueva la esperanza.
El Romantico.
Y te tengo tan en mi,
Te siento tan lejano.
Mi pueblo, tus arenales, mi tierra,
Las calles, mi barrio, la iglesia.
Tan lejos de ti estoy que muero
Sentiendome vagar entre tus plazas.
¡Ay!Sabiote como te sueño
Nunca imagine que tanto te entrañara.
Solo el oir tu nombre, mi alma anima.
Nombrarlo, mejor me la despierta.
Dichoso aquel que en ti descansa.
Infeliz de mi, que no estoy cerca.
Alla en tu arenales
Jugabamos los niños,
Corriamos a escondernos
Al corralon vacio.
Doña Ana,
La dueña de la casa,
Tenia en las camaras a Blas, el loco.
Joven, de mente vana, su hermano.
Escondido.Que nadie lo escuchara.
Aresfrescar mis labios
Bajaba a los pilares
Y bebia el agua
Que no se acababa
A la par de mulos y otros animales.
En tu dos arrabales se
Apiñaban las mujeres,
En las calles estrechas
De casas encaladas.
Los hombres de tez
Negra en los arenales,
Araban la mies, limpiando la cizaña.
No quiere mi boca decir tu nombre,
Lo escribo en el papel,
Que no se pierda,
Que para siempre
Entre las hojas quede.
Tal vez asi nunca lo olvide,
Y leyendo tu nombre,
Algun dia vuelva.
Al tiempo , por mucho que trascienda,
No permitas que te olvide,
Que siempre en
Mis adentros yo te lleve.
Poder volver un dia tan solo ansioso
Y respirar tus aires.Milagro fuera.
Te llamo con la voz de mis manos,
Te sigo con los dedos en la distancia,
Con el corazon repleto de lagrimas.
Mi alma lo siente sollozando,
Y a compañado de los ojos, toda yo
Con mi amor, le grito a la luna plateada.
Ayer mi sangre joven, en ti corria
Y mi cuerpo lozano tus campos bebia.
Desoyendo tu voz abandone tu vientre
Y aqui, desesperada, a mil kilomtros
Mi tierra amada, sin ti me tienes.
Feliz entre tus aires me allaria
Si respiro en tus calles su alegria
Si tan solo un instante
Al despertarme yo siento
Que en tu sueño vuelvo a estar.
Tu eras, tus cortijos, tus calles y
Tus plazas, me llaman a que vuelva,
Me dice que no siga en lontanaza.
Tu nombre me renueva la esperanza.
El Romantico.