El 18 de junio es un día importante. Es el día en que Zapatero piensa hacer efectivo el primero de los pagos ya acordados con la banda terrorista ETA. Hasta hora, Zapatero ha ido realizando tan sólo una serie de anticipos: admisión del PCTV en las elecciones vascas, defenestración de Fungairño, posicionamiento de la Fiscalía a favor de "interpretar" las leyes de acuerdo con el momento político, declaraciones conjuntas de mujeres del PSE y de Batasuna, declaración del Parlamento en favor de la ¿negociación? con los asesinos, ... Pero la época de los anticipos ha pasado. Ahora toca ya pagar la primera de las letras, un Estatuto de Cataluña que desborda claramente el marco constitucional, dejándolo de facto en suspenso. Un Estatuto que, como ETA deseaba, ahonda en la crisis del Estado y sirve, además, como preludio al estatuto similar que será aprobado para el Pais Vasco.
ETA quiere cobrar. No sabemos por qué, pero quiere cobrar. Y ante ese deseo de ETA, el Gobierno está dispuesto a hacer efectivas las letras, una por una. El 18-J se abonará la primera, y antes de fin de mes (tal como Otegui le ha ordenado) Zapatero anunciará su intención de reunirse formalmente con Batasuna. Ya lo ha adelantado en la Cadena Ser, no sea que sus acreedores etarras se pongan nerviosos y les entren tentaciones de no respetar el plazo hasta fin de mes que le habían dado. Y, mientras tanto, Mercedes Gallizo anuncia que la política penitenciaria también se tendrá que adaptar a los nuevos tiempos. ETA pide cobrar y el Gobierno está dispuesto a pagarle a la banda. Lo que pida.
Tan importante es abonar esa primera letra el próximo domingo, que se está recurriendo a todas las armas (incluida, por supuesto, la violencia física) para impedir un triunfo del no en el referendum catalán. Ayer le abrieron la cabeza a un miembro de Ciudadanos de Cataluña por ejercer su derecho a participar en un mitin. Como cabía esperar, todos los medios afines al Gobierno (los mismos que airearon hasta la nausea la inexistente agresión a Bono) ocultan ese ataque de los partidarios del "si". Al fin y al cabo, el agredido era un vulgar no-nacionalista.
Parece que el seny catalán, al igual que Montesquieu, hace mucho que se ha muerto. Lo asesinó el espíritu de la cachiporra. Viendo en qué están convirtiendo a Cataluña, la verdad es que no se entiende muy bien a qué vienen las polémicas sobre la lengua: el espíritu de la cachiporra consiste, precisamente, en la negación de la palabra. El que se expresa con el palo no necesita una lengua concreta.
El 18 de junio, Cataluña oficializará la cachiporra como forma de gobierno. Así lo quiere ETA y así será. Aunque haya que abrir unas cuantas cabezas.
ETA quiere cobrar. No sabemos por qué, pero quiere cobrar. Y ante ese deseo de ETA, el Gobierno está dispuesto a hacer efectivas las letras, una por una. El 18-J se abonará la primera, y antes de fin de mes (tal como Otegui le ha ordenado) Zapatero anunciará su intención de reunirse formalmente con Batasuna. Ya lo ha adelantado en la Cadena Ser, no sea que sus acreedores etarras se pongan nerviosos y les entren tentaciones de no respetar el plazo hasta fin de mes que le habían dado. Y, mientras tanto, Mercedes Gallizo anuncia que la política penitenciaria también se tendrá que adaptar a los nuevos tiempos. ETA pide cobrar y el Gobierno está dispuesto a pagarle a la banda. Lo que pida.
Tan importante es abonar esa primera letra el próximo domingo, que se está recurriendo a todas las armas (incluida, por supuesto, la violencia física) para impedir un triunfo del no en el referendum catalán. Ayer le abrieron la cabeza a un miembro de Ciudadanos de Cataluña por ejercer su derecho a participar en un mitin. Como cabía esperar, todos los medios afines al Gobierno (los mismos que airearon hasta la nausea la inexistente agresión a Bono) ocultan ese ataque de los partidarios del "si". Al fin y al cabo, el agredido era un vulgar no-nacionalista.
Parece que el seny catalán, al igual que Montesquieu, hace mucho que se ha muerto. Lo asesinó el espíritu de la cachiporra. Viendo en qué están convirtiendo a Cataluña, la verdad es que no se entiende muy bien a qué vienen las polémicas sobre la lengua: el espíritu de la cachiporra consiste, precisamente, en la negación de la palabra. El que se expresa con el palo no necesita una lengua concreta.
El 18 de junio, Cataluña oficializará la cachiporra como forma de gobierno. Así lo quiere ETA y así será. Aunque haya que abrir unas cuantas cabezas.