Pues tú no te preocupes que
compré cuatro, uno para tí, otro para mis hermanos que lo han leido y lo tienen aquí, otro para mi madrileño que tambien se lo ha dejado y el nuestro que tambien está aquí pero ya no confio en los carteros.
Como el Barbero,
-Maestro que la navaja no corta.
-Pero aquí hay dos cojones para tirar de élla.