Mi vecina Consolación, que está ya entradita en años la buena mujer, fue un día a la parroquia y le dijo al señor cura. Verá vd. Padre; Yo siempre he venido a esta parroquia a rezar. Primero por mi salud, pero mis achaques cada vez van peor. Segundo porque mi marido dejara el vino; lo dejó ahora bebe vodka. Tercero porque mi hijo terminara la carrera de abogado; ahora es repartidor de fiambres. Cuarto porque mi hija me diera la dicha de hacerme abuela; ¡Nada ¡La pareja de mi hija es una muchacha fotógrafa y muy buena chica..... peroooo....
¡Disculpe el atrevimiento Padre! ¿Usted aquí no tiene un libro de reclamaciones?
¡Disculpe el atrevimiento Padre! ¿Usted aquí no tiene un libro de reclamaciones?
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